Como consumidores, difícilmente pensamos acerca de cómo una
tienda huele o la forma en que nos hace sentir, pensar o hacer. Por lo general,
son intencionalmente sutiles que desencadenan una reacción sin ser dominantes.
Un ejemplo claro de la utilización de los 5 sentidos en una
tienda es Abercrombie & Fitch,
la popular marca para adolescentes que diseñó sus tiendas minoristas a partir
de un punto-de-vista multi-sensorial con un objetivo en mente: hacer que los
consumidores compren sus productos. A&F
sabe lo quiere en sus tiendas y quiere producir una imagen de un adolescente
que es "clásico, de buen aspecto y fresco."
Esta marca también trabaja muy bien la música dentro de su
tienda. Ahora se sabe que la música nos ayuda a autorregular nuestras emociones
y afecta a nuestro estado de ánimo. La gente más joven puede soportar la música
más alta, mientras que los mayores huyen de ella, y eso permite que en Abercrombie se mantenga un ambiente
joven, dando una imagen más fresca. Los
compradores realizan compras más impulsivas cuando están sobre estimulados. Un
volumen alto conduce a una sobrecarga sensorial, lo que debilita el dominio
propio.
Pro Infirmis hizo una campaña de visual merchandising
para una tienda llamada Modissa, en la que sustituía los maniquíes de siempre,
por unos hechos a partir de personas con discapacidad. Hay un video mostrando
todo este proceso, la grabación forma parte de la campaña ideada por Pro Infirmis, una organización para
personas con discapacidad, que se titula “Porque, ¿quién es perfecto?”. Se difundió el pasado 3 de diciembre a razón
del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.




